Situación absolutamente dispar dependiendo de la CCAA, la provincia o incluso el municipio…
A lo largo de la Semana Santa ha habido establecimientos que han rozado el lleno, otros al 50% y muchos casi vacíos o incluso cerrados por las restricciones. Finalizado el periodo vacacional, las reservas hasta el verano son prácticamente nulas ante la incertidumbre sanitaria.
Si en 2020 el cierre fue total en Semana Santa, este año la situación sanitaria y las restricciones de movilidad han condicionado por completo el desarrollo del periodo vacacional en los campings españoles. Según datos que maneja la Federación Española de Camping (FEEC), la disparidad de ocupación ha sido absoluta, teniendo como factor determinante el número de población de cada CCAA. En establecimientos de la Comunidad de Madrid, Barcelona y Euskadi, la ocupación ha sido prácticamente del 100%.
En otras zonas la Semana Santa ha sido floja rondando la ocupación entre el 20 y el 60%. Por otra parte, en Asturias los campings ni siquiera han podido abrir ante el cierre decretado de todos los alojamientos turísticos desde noviembre.
Independientemente de los resultados de esta Semana Santa, lo que todo el sector tiene claro es que ahora vienen meses de vacío absoluto hasta que se recupere la movilidad geográfica, sin reservas nacionales ni extranjeras y grandes pérdidas económicas. Será ya al comienzo del verano y dependiendo de la situación sanitaria y el proceso de vacunación, cuando el sector pueda recuperar cierta normalidad en cuanto a reservas y ocupación.
Para la presidenta de la FEEC, Ana Beriain, “estos días festivos hemos constatado que la gente tiene muchas ganas de salir y disfrutar de unas vacaciones al aire libre. Llevamos desde septiembre sin apenas clientes y es una situación muy dura y con mucha incertidumbre de lo que ocurrirá en verano, pero los campings estamos preparados para trabajar en cuanto se permita la movilidad”.
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